La sesión fotográfica hubiera producido más tomas, pero fue interrumpida cuando sentí algo tibio y húmedo en mi pantorrila: ¡Duval decidió firmarme! Ese gato es de veras algo especial... y prefiero creer que lo hizo porque me considera especial también, y no sólo por hacerme rabiar.Ni modo, ésta fue la mejor foto que pude obtener.
*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario