Después de observar con espanto primero y con asco después los desmanes de nuestros diputazos en San Lázaro, la pena ajena y la vergüenza me tienen totalmente fastidiada.
Qué desfiguro!
Dos días de pendejez al amparo de un inmerecido fuero.
Ahora ya tenemos nuevo presidente desde hace menos de una hora, y a las 9:30 a.m. que está programada la ceremonia de toma de posesión, no sé cuál será el numerito de este circo que nos tienen preparado los imbéciles perredistas para avergonzar a México ante el mundo.
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