Tersas y dulces, bonito color...
pero cada fruta alberga siempre un duro corazón
Así que dime, corazón,
¿eres duro pero puedes germinar?
o ¿eres de terciopelo y no te puedo tocar?
Corazón duro, cubierto de azahar,
mentira en la boca ¿no quieres probar?
pero cada fruta alberga siempre un duro corazón
Así que dime, corazón,
¿eres duro pero puedes germinar?
o ¿eres de terciopelo y no te puedo tocar?
Corazón duro, cubierto de azahar,
mentira en la boca ¿no quieres probar?
Ahora estoy pensando en cierto hermoso y perverso albaricoque; una fruta prohibida que exuda una dulzura tóxica. Veneno. La tentación está ante mí; un nuevo juego... o más bien las nuevas reglas para un viejo juego. Un juego que ambos disfrutamos. Somos buenos jugadores y sé que vamos a retorcer las reglas para llevarlas al límite; la pregunta es ¿cuánto estamos dispuestos a apostar? -¡y a perder!- Dije que nunca apostaba si no estaba segura de ganar, pero aun así el placer de jugar me llevó a poner mi apuesta inicial.
Mentira en la boca ¿no quieres probar?
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