Qué difícil es. A través de las palabras, de las lentas noches indiferentes, de la distancia y esa imposibilidad que lo tiñe todo, me doy cuenta de que mi mente vaga necia y constantemente hacia ti.
Sería tan fácil si no te quisiera... pero estoy fluyendo de nuevo: es maravilloso creer que estoy enamorada del río.
Volveré a la luna y cerraré los ojos para cerciorarme de que puedo volar de nuevo. ¡Es maravilloso creer que estoy enamorada del cielo!
Entre la luna y el cielo, entre el cielo y el río, entre el río y su inevitable mar, estoy flotando en ti y empiezo a caer: estoy enamorada de los días que son hoy. Mañana, no sé.
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