Dices que debo perseguir el triunfo. Pero ¿qué es el triunfo en última instancia?
"Lo que más quieres", dijiste.
Y yo que estoy harta de mis triunfos en solitario, sólo quisiera tenerte a ti a mi lado -estoy enamorada de los días que son hoy, mañana no sé-.
Tú podrías ser mi triunfo.
Pero hay que tener cuidado con lo que se desea, porque se nos podría conceder...
Extraño-amor, me acompañarás en mi camino, pero dices que te harás a un lado si te lo pido. Extraño-amor, sólo quiero amarte sin poner obstáculos entre tú y yo.
Me doy cuenta ahora de que los obstáculos naturales se pueden salvar con determinación, pero los que uno mismo se autoimpone son infranqueables. Ahora tendré que ir yo misma a quitármelos del camino.
Eso haré, extraño-amor... sé que sólo necesito un poco de luz para verlos -y aunque no me atreví a pedírtela, tú te iluminaste y ahora llevo conmigo tu resplandor-.
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