jueves, 7 de abril de 2005

Requiescat in pace, oh Papa... (and the show must go on)

En pleno novenario por la muerte del único papa que he conocido, no dejo de maravillarme ante la extensión de tan fina maquinaria política ahora puesta en marcha siguiendo rituales antiquísimos.

Extraña mixtura de decadencia y esplendor, la Iglesia Católica se mueve en el tiempo, autoproclamándose guardiana de los asuntos de Dios en la Tierra, y haciendo gala de las más refinadas estrategias políticas.

Exquisitamente precisa... deliciosamente perversa.

Ahora que el "rey" ha muerto, los "príncipes" aun deben proclamar su "viva el rey", así que está por desarrollarse una largamente anticipada batalla y los Cardenales se están preparando.

Me arrepiento ahora de haber permitido que mi aversión hacia las cosas de la Iglesia impidiera que prestara más atención a sus movidas políticas (nada tienen que pedirle a las del actual Imperio y de otros bloques importantes), así que no puedo hacer muchas suposiciones respecto al resultado final.

Habría que hacer la quiniela, jejeje...

1. Me parece interesante el candidato francés de origen judío, pues pienso que, sin necesidad de tratados ni negociaciones, cerraría de manera implícita esa gran brecha entre judíos y cristianos, adoradores del mismo Dios pero de diferentes maneras.

2. Dudo mucho que la Iglesia se echara el trompo a la uña con el cardenal nigeriano porque eso elevaría las expectativas del resto del mundo respecto a lo que el Vaticano puede hacer por África, un continente condenado, olvidado de la mano de Dios, donde ninguna inversión para el bienestar de la diezmada población parece ser redituable para nadie.

3. Los italianos quisieran que la mitra papal volviera a posarse sobre una testa italiana. Supongo que hay muchos intereses en juego.

4. Imagino que el cardenal mexicano no dejará pasar la oportunidad de hacerse notar en el cónclave, de acuerdo a su egocéntrica y megalómana personalidad (por mencionar solo dos de sus evidentes "virtudes"). Casi puedo visualizar lo que sucederá: primera votación con resultados disímiles y... Norbert-Norbert: 1 voto; segunda votación donde aun no se define nada y Norbert-Norbert: 1 voto; tercera votación por el estilo y Norbert-Norbert: 1 voto; finalmente, "habemus Papam" y... Norbert-Norbert: UNO!!!!! JAJAJAJA... Dios nos libre de semejante ficha.

Ya veremos qué pasa.

Por lo mientras, los funerales del papa parecen ser todo un espectáculo mundial. 400 personas por minuto han pasado a ver el cadáver (what for????), dos millones de gentes de todos tipos pasarán frente a él tras esperar en fila hasta por 40 horas (what the hell???) y al final, los medios de comunicación y todo el público (en persona o desde la comodidad de nuestros hogares) daremos cuenta de tan mórbido banquete cual orgiástico festín de duelo, religiosidad y rancio misticismo al borde del clímax esperanzado en la renovación.

Qué gran poder el de la religión.

Y el poder de El Vaticano es tal que le rinden pleitesía los súbditos de incontables países del mundo. Así, muchos son el pueblo de la patria que los vio nacer, y son también el pueblo del Estado que rige sus almas (porque han decidido entregarle su mente, pero eso es otro tema).

So, come hell or...!

Prométeme el Cielo invisible: te creeré... y seguro que tras mi muerte no volveré para reclamar si no cumples lo prometido.

Ahhh, esta soy yo, pecadora.