martes, 28 de septiembre de 2004

Gleason's meet & greet

(...) EN MI VIDA PENSÉ PODER VERLO TAN CERCA (...) Y VI CLARAMENTE QUE EL SEÑOR ROBERT MIRÓ DE REOJO MI PLAYERA (NUESTRA). NO PODÍA DEJAR DE VER SU MIRADA. EN ESE INSTANTE ME IMAGINÉ QUE, EN LOS CONCIERTOS DE SÁBADO Y DOMINGO, EN ALGÚN MOMENTO, SU VISTA SE CLAVÓ EN ALGUIEN Y ELLOS NO SE DIERON CUENTA.
SIN MÁS, PODÍA VER ESA SOMBRA TAN NEGRA SOBRE SUS OJOS, QUE REALMENTE TENÍA UNA APARIENCIA INTRIGANTE (...) ¡¡¡CIELOS!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ES MI TURNO!!!!!!!!! ENTONCES, YA TENÍA PREPARADOS MI FOLLETÍN Y LA CAJA DEL DISCO. ASÍ QUE PENSÉ, ¿DÓNDE FIRMARÁ EL SEÑOR SMITH? ÉL DIO UN PASO LATERAL Y LLEGÓ FRENTE A MÍ. TIEMBLO. "¿PARA QUIÉN?", SÓLO FIRMA UNA PÁGINA. CREO QUE VOY A LLORAR. "HAS HECHO MI VIDA MÁS FELIZ DE LO QUE PUDO HABER SIDO", DIJE. "FINE", RESPONDIÓ. ABRIÓ EL FOLLETO Y, TAL COMO LO ESPERABA, FIRMÓ EN 'LOST' (...) ENTONCES DIO UN PASO ATRÁS, NO AL LADO, Y PREGUNTÓ: "¿QUÉ ES?". "ES EL LOGO DE TU CLUB DE FANS". VI CLARAMENTE CÓMO SE SINTIÓ INCÓMODO Y, EN ESE INSTANTE, LA CHICA A MI DERECHA LE EXTENDIÓ SU PORTADA. ÉL COMENZÓ A FIRMARLA Y LE DIJE: "SE LLAMA 'MEXICURE', ¿TE GUSTA?". "ITS COOL", SIMPLE Y LLANO, PERO ME DIO TANTO GUSTO QUE PREGUNTARA POR LA PLAYERA (...)
EL SEÑOR SMITH REGRESÓ PARA DARME LA MANO Y ME DIJO: "THANKS". NUNCA OLVIDARÉ QUE ME DIJO ESO. SENTÍ COMO SI FUERA ALGO QUE LE QUERÍA DECIR A TODO MEXICURE. COMO SI ÉL AGRADECIERA QUE LLENÁRAMOS LOS CONCIERTOS, QUE MÉXICO LOS QUIERA TANTO, QUE ENTENDAMOS SU MUSICA, QUE IDENTIFIQUEMOS LAS EMOCIONES QUE PLASMA EN CADA CANCIÓN, TODO.
ASÍ QUE, ESE PEDACITO DE SEGUNDO EN EL QUE EL SEÑOR ROBERT JAMES SMITH VOLVIÓ SU MIRADA PARA EXTENDER SU MANO REGORDETA Y VELLUDA, PÁLIDA Y LLENA DE GENIALIDAD, Y ESTRECHAR LA MÍA DICIENDO GRACIAS, SE LO DEDICO A TODO MEXICURE. SÉ QUE PODRÍA DECIR MÁS DE QUINIENTOS NOMBRES (...) PERO NO SERÍA NECESARIO; TODOS TIENEN SU PORCIÓN DE AGRADECIMENTO VENIDO DESDE LA MISMA BOCA QUE CANTÓ MÁS DE CIENTOVEINTE CANCIONES PARA LOS MEXICANOS.
Ángel Gleason, Septiembre de 2004

Oh, por Dios, Ángel!!!
Estoy llorando como una tonta!
Gracias, muchas gracias por tu relato! Gracias por llevar la playera de Mexicure, y por hablarle de nosotros a Robert. Gracias por tu vívida narración de esos momentos.
De veras... ESTOY LLORANDO!!!!!
Me he emocionado con tus observaciones detalladas durante tu relato por episodios, visualizándolo todo e imaginándome que estaba allí con cada uno de los afortunados ganadores...
Pero nada me preparó para lo que dices que sucedió cuando Robert observó la playera e intrigado preguntó por ella. Gracias por describir para nosotros sus reacciones y palabras!
Yo sigo llorando.
Robert ES un tipazo. No sabes cómo tu percepción de esos instantes me emociona hasta el fondo del alma.
Mensaje recibido. Llevaré tu relato conmigo siempre.
Hoy soy aun más feliz!
*

miércoles, 22 de septiembre de 2004

El último día del verano del 2oo4

El verano muere, eso es por lo que estoy triste esta noche
Trato de resistirme a su lado, pero el otoño se siente en el ocaso
John Holm, "Den Öde Stranden"

It was the last day of summer and it was not cold
Farewell, summer... let the music play some more!
I will stay cured in the dark, now that you are gone
Farewell, summer... farewell, my bittersweet love!
*

lunes, 20 de septiembre de 2004

Tras la crecida del río

Este lunes, la semana parece querer tener tintes de "normalidad", quizá algo apurada con la carga de trabajo que se acumula después de una semana de ausencia totalmente "out of this world", me asomo en mi mailbox felizmente vacía de mensajes atrasados (cuando pienso en los de aquella semana que estuve perdida en Monterrey, prefiero pensar que están en el limbo y que algún día los rescataré), aunque sé que otros miles de almas aun sufen la misma resaca que yo.

Las fiestas patrias vinieron y se fueron. Ningún grito me llenó entonces como aquellos que me destrozaron la garganta mientras las lágrimas me subían, del pecho a los ojos, por efecto de un sonido atronador... y ante mí, la imagen imposible de un hombre-niño aferrado a una guitarra, gimiendo bajo las luces de colores de un escenario que parecía tan cercano que desesperaba (y desesperé) de saberlo inalcanzable...

Ahora se ha ido.

Siento que algo se ha hundido en mi corazón.
No me importa. Esa boca de insoportable carmín ya había dicho que los momentos de felicidad no pueden atraparse, que son esquivos, ¡que duran poco!
No puede uno ser eternamente feliz, pero la vida bien vale la pena por poder saborear -¡con gula!- estos momentos de felicidad.

He sido inmensamente feliz dejando que mis emociones se desbordaran sin control, sin límites, perdiéndose entre los pies inquietos de una multitud entregada. Supongo que esas emociones derramadas ya no volverán jamás, pero, como un río, su flujo ha marcado un cauce en mí, y siempre me quedará la cicatiz.

Me gusta descubrir que mis emociones aun siguen revueltas tras el paso del río. Creo que muchas estuvieron estancadas, archivadas correctamente según la fuerza de la costumbre -"alegría al centro, tristeza abajo, rabia a la izquierda, pasión a la derecha, abulia entre la tristeza y el odio, los polvos de dicha en un frasquito hasta arriba y las 'no clasificadas' en el estante de hasta atrás"-. ¡Hoy me siento de mil y mil -¡y mil!- maneras de constatar que todas ellas están desparramadas sin remedio dentro mí!

Me regodearé en la melancolía y, ante el recuerdo, descaradamente ¡¡seguiré sonriendo!!
*

viernes, 10 de septiembre de 2004

Aun lela después de 4 dosis de la cura

Yo aun sigo en el alucine de lo que vi y escuché en esas cuatro noches exquisitas!

Al final del último concierto, yo estaba llorando... y cuando Robert se regresó por última vez al micrófono a decir "I'll see you again", ya fue el no va más y no me pude contener! Aunque expresó el mejor agradecimiento al público mexicano con estas palabras, me recordó que los momentos vividos eran irrepetibles y, sin importar si cumple su promesa y vuelve, me causó una profunda nostalgia...

Me puse a llorar. Cuando prendieron las luces, los chivacure (que estaban junto de mí) me veían y me abrazaban... y yo lloraba más!!

Pero no me quedé triste. Después de ese momento de nostalgia y la avalancha de emociones, me he dado cuenta que el vacío que deja algo que se ha acabado no es nada en comparación con las emociones que quedan en el recuerdo...

Fueron muchas emociones de lo más intensas en esos días! Aun me dura la excitación!

Nunca había sentido tantas emociones juntas... hubo momentos en que me sentí enloquecer! Fue tan liberador... Algo muy placentero!!! Sí, sí... es algo que jamás olvidaré! me acuerdo y me siento como si brillara por dentro!

En estos momentos es que cobra sentido la frase de Keats que Robert usó como intro del Trilogy: "Ay, en el mismísimo templo de la dicha, la velada melancolía tiene su relicario soberano."

Aunque no tenía a mi lado en esos momentos a alguien con quien compartir plenamente esos mágicos momentos y el inevitable clímax, sabía que los mexicures estaban allí entre los miles de almas que nos desgarrábamos a cada instante. Su amistad me hace feliz y les agradezco su hermandad porque no estuve realmente sola y fueron parte de esta gran experiencia; de otro modo, creo que reventaría...

Gracias, mexicures, los llevo en el corazón.
*