De vuelta en el D.F. donde tengo asuntos que atender antes de volver a casa, pongo aquí una rápida y superficial reseña de lo que hice en estos días que estuve desconectada :oD
El viernes pasado llegué al Under por la noche para ver a los Escarlata y a los mexicures. El toquín excelente, buena vibra, wow! Allí saludé a un montón de buenos amigos y conocí a gente nueva. Salí del antro "temprano" y... a dormir! porque unas horas más tarde volaba a Monterrey para asistir a la boda de David y Karla.
En Monterrey me recibió la Chiva y llegué apenas rayando a la boda, muy bonita, emotiva (ellos se veían lindísimos y entusiasmados) y shalalá. Les deseo lo mejor de lo mejor en la vida.
Allí estaban mi hermano con su esposa, y también Erik quien, al igual que yo, fue "plantado" por su cita... ja! la verdad es que a su joven novia a la mera hora no la dejaron ir, y que Adrián estaba atorado en un aeropuerto somewhere in Texas y ya no llegó a tiempo para acompañarme. Ni modín, nos hicimos compañía Erik y yo para conversar.
La boda me gustó. Incluso fui a pasearme con las esbeltas regias de pelo planchado en la víbora de la mar. Del ramo ni hablar.
Salí de allí como a la 1:45 cuando pasó la Chiva a recogerme y nos fuimos al Iguana, donde sorteamos dos que tres borrachos inofensivos y conseguimos que el dj nos pusiera a The Cure y Depeche jeje...
La Chiva como siempre, a toda madre. Al otro día Adrián había conseguido atravesar el laberinto paranoico de los aeropuertos gringos y ya estaba en Monterrey, así que nos vimos para comer con la Chiva y terminamos escuchando música en casa de nuestro buen amigo Camilo.
Me despedí de la Chiva y su familia el lunes aunque me pasé aun unos días más en Monterrey.
De hecho pasé un día con Erik, mi hermano y su esposa... "placeando" (!!!) jaja (ni modo!) Y después me pasé la noche en casa de Camilo escuchando música y viendo videos pocamadre. Su esposa buena onda no alucinó pues creo que ya está acostumbrada a la música a deshoras jeje
Pero bueno, también hubo tiempo tomarme un café con Herr Boigen en un decadente... Starbucks (jaja) y que me diera un tour por el campus del Tec de Monterrey. Me mostró los edificios y yo le mostré una escultura de Sebastián, sacándolo del engaño de que era un fierro viejo que alguien había abandonado bajo el Servilletero, jeje...
Luego con Erik caímos en un Chilis para tomar unas Iguanas. Woohoo! quedé encantada con el verde brebaje! Margarita Iguana... o Iguana Margarita... no sé, el caso es que son enormes y cuando vas por la mitad sientes a la iguana trepada en tu cabeza con la cola colgando :oD
Y bueno, el viaje estuvo de pelos. Supongo que después publicaré reseñas y fotos.
Hago aquí un paréntesis solo para agradecer a Erik su paciencia cuando después tuve un ataque de hipocondria jeje... sorry!
Más detalles sobre esta aventura supongo que los publicaré luego, pero por lo mientras me reporto desde la monstruosamente bella Ciudad de México.
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miércoles, 25 de octubre de 2006
viernes, 20 de octubre de 2006
Octubre regiolandés
Ayer volví de Monterrey al DF y aquí estaré unos días atendiendo algunos asuntos.
El motivo de mi viaje a Monterrey fue la boda de mi queridísimo amigo David, un tipazo al que quiero mucho y que fue compañero de mi hermano desde la secundaria. No podía faltar.
Por allá me recibió la Chivi Cure, a quien le he robado esta imagen de su fotolog, tomada en su cuarto momentos antes de partir rumbo a la Catedral para la boda:
Después publicaré con calma más detalles del mi odisea regia en este octubre. Sólo quiero decir que me la pasé de pelos por allá y que tuve oportunidad de pasar tiempo de calidad con mis amigos David, Erik, Chivi, Boigen y Camilo.
Hubo buen clima, buena comida, buena bebida, buena música y buena compañía. Love you guys!!
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El motivo de mi viaje a Monterrey fue la boda de mi queridísimo amigo David, un tipazo al que quiero mucho y que fue compañero de mi hermano desde la secundaria. No podía faltar.
Por allá me recibió la Chivi Cure, a quien le he robado esta imagen de su fotolog, tomada en su cuarto momentos antes de partir rumbo a la Catedral para la boda:
Después publicaré con calma más detalles del mi odisea regia en este octubre. Sólo quiero decir que me la pasé de pelos por allá y que tuve oportunidad de pasar tiempo de calidad con mis amigos David, Erik, Chivi, Boigen y Camilo.
Hubo buen clima, buena comida, buena bebida, buena música y buena compañía. Love you guys!!
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martes, 10 de octubre de 2006
Quincalla pretenciosa
Aquí te va una falsificación de fur que pretende ser buena y genuina
(¿lo sera?)
Pero claaaaro que lo es!! Es mi precioso Cooper al que amo y adoro :o)*
domingo, 8 de octubre de 2006
Quinceañera
Qué tortura. Asistí anoche a unos quince años.
Tuve que vestirme de largo... y la quinceañera no bailó un vals con sus chambelanes, sino una canción romántica en inglés (adiós "anticuado" vals); luego bailó tiernamente con su papá Bonita, escogida por el señor, lo cual sí me pareció muy dulce; pero luego... horror de horrores! Bailó una "coreografía" para la cual se cambió su tradicional vestido quinceañero por un atuendo de pelandrina de barriada gringa!!! Ay no, el espectáculo daba pena... bueno, pena ajena (la mía), porque ella se veía tan contenta y sus papás igual, mientras que yo me esforzaba por disimular el horror que me producía ver a la niña -vestida con pantalones de camouflage, chamarra deportiva y gorra con la visera para atrás- bailando un jipjop que a mí me pareció casi casi reguetón<--(fuck the spelling)
¿Por qué diablos ahora está de moda que las quinceañeras den tan lamentables espectáculos? La niña es linda, sus papás y el resto de la familia también! Buena chica, familia correcta... pero sucumbir a las modas de los organizadores de eventos que evidentemente carecen del más básico sentido de buen gusto es realmente triste y hiere mi delicado sentido de la estética.
Oh, hell! Para terminar de fastidiar mi noche, la luz y zumbido que contrataron arrancó con un alarido desgarrador que supusimos sería el estertor de muerte de "Carmina La Burana", dado que una ríspida e hiper aguda grabación del O Fortuna de los carmina burana de Orff fue lo siguiente que se escuchó, a modo de intro "súper cool", y para gran dolor de mis tímpanos. La verdad es que no aguanté ni dos minutos: saqué un klínex y le corté un par de trocitos para hacerme unos tapones que protegieran mis oídos de esos agudos metálicos tan espantosos. No podía creer que hubiera gente adulta que ni se inmutó, y que los chamacos se pusieran a bailar como si aquello fuera de algún modo disfrutable!
Afortunadamente, la silla chafa en la que estaba sentada colapsó después de media noche, por lo que vi pasar el borde de la mesa a mi lado antes de caer con mi abullonada humanidad al piso y sentir un terrible rebote subir por mi columna vertebral. Maldita sea. No me lastimé realmente, pero tuve conciencia de la existencia de mi cóccix -lo cual nunca es bueno-, sin embargo, el incidente me dio el pretexto a mí y a mis papás de retirarnos temprano del lugar y resguardar así nuestros oídos. O Fortuna!
Claro, en el camino de vuelta a casa descubrí que me dolían los músculos del cuello y la espalda; y hoy desperté como envarada. Ingrata gravedad... y pinche silla! Pero mis oídos están a salvo y listos para el próximo buen concierto de rock que haya en cartelera.
Mientras tanto, el recuerdo del alarido de la pobre Carmina (o sería Camelia?) aun me atormenta mientras trato de imaginar cuál podría ser una correcta reinterpretación de la tradición quinceañera que, sin caer en anacronismos, reflejara fielmente nuestra cultura y permitiera hacer lucir realmente a una jovencita como algo exquisito y encantador.
Es algo que debería poderse lograr, sólo que el desarraigo cultural que vivimos actualmente es tan grave que alaridos como los de Camelia (o sería Carmina?) resuenan como fiel eco del ahora hueco rito, por lo que tal parece que no hay mucho más que hacer, aparte de comer el "ave en salsa de pimiento" -léase pollo- y llevar tapones para los oídos, recordando con nostalgia que "Dios nunca muere" y... "Sobre las olas".
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Tuve que vestirme de largo... y la quinceañera no bailó un vals con sus chambelanes, sino una canción romántica en inglés (adiós "anticuado" vals); luego bailó tiernamente con su papá Bonita, escogida por el señor, lo cual sí me pareció muy dulce; pero luego... horror de horrores! Bailó una "coreografía" para la cual se cambió su tradicional vestido quinceañero por un atuendo de pelandrina de barriada gringa!!! Ay no, el espectáculo daba pena... bueno, pena ajena (la mía), porque ella se veía tan contenta y sus papás igual, mientras que yo me esforzaba por disimular el horror que me producía ver a la niña -vestida con pantalones de camouflage, chamarra deportiva y gorra con la visera para atrás- bailando un jipjop que a mí me pareció casi casi reguetón<--(fuck the spelling)
¿Por qué diablos ahora está de moda que las quinceañeras den tan lamentables espectáculos? La niña es linda, sus papás y el resto de la familia también! Buena chica, familia correcta... pero sucumbir a las modas de los organizadores de eventos que evidentemente carecen del más básico sentido de buen gusto es realmente triste y hiere mi delicado sentido de la estética.
Oh, hell! Para terminar de fastidiar mi noche, la luz y zumbido que contrataron arrancó con un alarido desgarrador que supusimos sería el estertor de muerte de "Carmina La Burana", dado que una ríspida e hiper aguda grabación del O Fortuna de los carmina burana de Orff fue lo siguiente que se escuchó, a modo de intro "súper cool", y para gran dolor de mis tímpanos. La verdad es que no aguanté ni dos minutos: saqué un klínex y le corté un par de trocitos para hacerme unos tapones que protegieran mis oídos de esos agudos metálicos tan espantosos. No podía creer que hubiera gente adulta que ni se inmutó, y que los chamacos se pusieran a bailar como si aquello fuera de algún modo disfrutable!
Afortunadamente, la silla chafa en la que estaba sentada colapsó después de media noche, por lo que vi pasar el borde de la mesa a mi lado antes de caer con mi abullonada humanidad al piso y sentir un terrible rebote subir por mi columna vertebral. Maldita sea. No me lastimé realmente, pero tuve conciencia de la existencia de mi cóccix -lo cual nunca es bueno-, sin embargo, el incidente me dio el pretexto a mí y a mis papás de retirarnos temprano del lugar y resguardar así nuestros oídos. O Fortuna!
Claro, en el camino de vuelta a casa descubrí que me dolían los músculos del cuello y la espalda; y hoy desperté como envarada. Ingrata gravedad... y pinche silla! Pero mis oídos están a salvo y listos para el próximo buen concierto de rock que haya en cartelera.
Mientras tanto, el recuerdo del alarido de la pobre Carmina (o sería Camelia?) aun me atormenta mientras trato de imaginar cuál podría ser una correcta reinterpretación de la tradición quinceañera que, sin caer en anacronismos, reflejara fielmente nuestra cultura y permitiera hacer lucir realmente a una jovencita como algo exquisito y encantador.
Es algo que debería poderse lograr, sólo que el desarraigo cultural que vivimos actualmente es tan grave que alaridos como los de Camelia (o sería Carmina?) resuenan como fiel eco del ahora hueco rito, por lo que tal parece que no hay mucho más que hacer, aparte de comer el "ave en salsa de pimiento" -léase pollo- y llevar tapones para los oídos, recordando con nostalgia que "Dios nunca muere" y... "Sobre las olas".
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miércoles, 4 de octubre de 2006
Cuando el futuro nos alcance
Mi contadora acaba de avisarme que a partir de este mes, Hacienda podrá checar las cuentas bancarias de las personas físicas, así como los estados de cuenta de nuestras tarjetas de crédito para verificar que sean coherentes con lo que declaramos que ganamos(!)
O sea, yo supongo que esto es para tratar de atrapar a los peces gordos y quizá no se trate de aterrorizar al ciudadano común, pero como que aun así da mello...
De por sí los bancos en vez de pagarnos rendimientos por el dinero, nos cobran!!! -como si nos estuvieran haciendo el grandísimo favor!- y terminamos pagando por todo tipo de conceptos (manejo de cuenta, disposición de efectivo, consulta de saldo, mensualidad, anualidad, etc)
Y ahora, encima de todo eso, los bancos serán el medio para ficharnos... porque además, como el Gobierno ha estado promocionando el uso de la tarjeta de débito, ahora quedarán los registros de las operaciones del grueso de la población: el dinero ya se puede rastrear electrónicamente de esta manera, así que "cuando el futuro nos alcance" los billetes serán historia...
Ni hablar. Este país como que se moderniza muy rápido en algunos aspectos, mientras que en otros seguimos en el atraso total...
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O sea, yo supongo que esto es para tratar de atrapar a los peces gordos y quizá no se trate de aterrorizar al ciudadano común, pero como que aun así da mello...
De por sí los bancos en vez de pagarnos rendimientos por el dinero, nos cobran!!! -como si nos estuvieran haciendo el grandísimo favor!- y terminamos pagando por todo tipo de conceptos (manejo de cuenta, disposición de efectivo, consulta de saldo, mensualidad, anualidad, etc)
Y ahora, encima de todo eso, los bancos serán el medio para ficharnos... porque además, como el Gobierno ha estado promocionando el uso de la tarjeta de débito, ahora quedarán los registros de las operaciones del grueso de la población: el dinero ya se puede rastrear electrónicamente de esta manera, así que "cuando el futuro nos alcance" los billetes serán historia...
Ni hablar. Este país como que se moderniza muy rápido en algunos aspectos, mientras que en otros seguimos en el atraso total...
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