sábado, 4 de marzo de 2006

Perdida

Ayer, Roberto me preguntó que cómo había estado el Pico de Orizaba en estos días y, con vergüenza, confesé que no lo había mirado recientemente. El Pico de Orizaba se ve en todo su esplendor desde una de las ventanas de mi casa (y desde mi azotea), y me di cuenta que hace mucho tiempo que no me levanto pensando en las sencillas maravillas del mundo a mi alcance. Eso es terrible.

Hoy, al visitar el blog de Luis, la misma idea me golpeó al encontrar allí una fotografía de la nebulosa de Orión con el comentario "y pensar que hay cosas que el hombre jamás verá". Naturalmente pensé que sólo veremos muy pocas cosas en nuestra vida de todo lo que existe en el universo, pero lo peor es que incluso las que el hombre puede ver, prefiere no hacerlo. Cerrar los ojos y el alma ante la belleza y la grandeza del universo, mientras se busca el horror, para ser testigo y partícipe del mismo, parece ser lo común en nuestros tiempos.

De todas las constelaciones, Orión es para mí la más clara. Otro olvidado. Solía levantar mis ojos al cielo en las noches para mirar al arquero: la roja Betelgueuse, la doble Rigel, Bellatrix y Saiph; el enjoyado cinturón sobre la nebulosa M42; el arco que apunta al infinito, en dirección a su presa, el toro Aldebarán; y, a los pies del cazador, sus dos fieles perros, marcado el mayor por Sirio, la luz más brillante del cielo nocturno.

A estas horas ya es tarde para voltear a ver el Pico de Orizaba: la calina habitual xalapeña ya cubre el horizonte, y tendré que esperar hasta mañana, aunque esta noche buscaré Orión, como otras muchas noches que no recuerdo...

Sin embargo, no puede ser que tenga que esperar hasta la noche o hasta mañana para volver a contactarme con el universo. Sé que en estas horas puedo volver a abrir mis ojos a las pequeñas maravillas cotidianas y aligerar mi alma.

Quisiera saber en dónde he estado durante los últimos días.
*

2 comentarios:

Miss Matrix dijo...

Flying high.

Miss Matrix dijo...

No, wait! Más bien creo que aaaando volando bajooo...

Jaja, no te creas, por aquí ando revoloteando (aun no me pierdo del todo).