sábado, 29 de abril de 2006

Que si el país está dividido o se dividirá, no podría ser menos. Lo digo por experiencia. Yo soy parte del 60% de los veracruzanos que NO votamos por nuestro actual gobernador, el priísta Fidel Herrera, quien ganó las elecciones por 20,000+ votos de diferencia (tan sólo veintitantosmil!!!) sobre el candidato del PAN, seguido no tan lejos del del PRD.

Como no hay segunda vuelta, ahora al 60% de los veracruzanos nos gobierna alguien que no queríamos. Es frustrante. Lo estoy viviendo, pero sobrevivo.

Y no se me malentienda, pues quienquiera que sea la persona que me represente tendrá el título de presidente y por ello mi respeto, independientemente de si es una persona que aprecie o no (en cuyo caso simplemente estaré molesta con mis compatriotas). Por ello yo he rechazado cualquier burlas e insulto hecho a Vicente Fox porque, como mexicana, tomo a título personal las ofensas hechas a quien me representa.

Creo que las elecciones presidenciales estarán tan reñidas como las pasadas elecciones por la gubernatura de Veracruz. Ya pasé por ello.

Honestamente confío en que el señor López NO se sentará en la silla presidencial, pero si lo hiciera tendré que soportarlo por civismo. Lamentablemente, temo que me traicionaría con su populismo y... ahi es donde torcería la puerca el rabo.

Así que para evitar eso, iré a votar por Calderón.

Habrá quien diga que el menú son tacos de perro, tacos de gato y tacos de rata, pero no se menciona el pequeño detalle de que es LO ÚNICO que hay para comer. Yo escojo uno de esos los tacos -que a lo mejor ni siquiera es malo- y, en vez de lloriquear que nadie hizo otra cosa para comer, mejor agradezco que no es otra vez el atole que nos dio con el dedo el PRI durante el siglo pasado, y aplaudo que en esta mesa siquiera aun haya bufet, porque si aspiro a parir una nueva generación de mexicanos que vivan en un mejor Estado, más me vale que haga mi parte, me sirva, pruebe, califique al chef y presione para que haya un mejor menú en el futuro.

Por cierto que el próximo 2 de julio le entregaré un día a México e iré a hacer funcionar una casilla. Atenderé la mesa del bufet, y lo haré con gusto. Claro que desearé que los asistentes pudiéramos escoger un mejor manjar, pero así es la cena de este año y agradeceré su participación. Tendré muchas horas para reflexionar sobre la utilidad o inutilidad del proceso, para ver pasar ante mí a mexicanos como yo, algunos esperanzados, otros decididos, otros inconformes, pero todos ellos responsables. Veré con tristeza cómo no se presentan los testigos de jeová, los apáticos y los irresponsables. Pensaré en cómo México somos todos y desearé que aquellos que no voten y prefieran flotar con la corriente simplemente se omitan, que se vuelvan grises, que acepten su destino y, en concordancia con la utilidad ciudadana demostrada... se callen.

Y esto nada tiene que ver con la campaña para puberto-mtv. Simplemente creo que somos una sociedad y tenemos reglas, hay derechos, hay leyes, y todos tenemos responsabilidades para con el Estado que constituimos. Cambiar las cosas está en nuestras manos como democracia, pero existen los mecanismos para ello.

¿Seremos nosotros en nuestro tiempo de vida quienes cambiemos el rumbo de este país? ¿o serán otros quienes lo decidan en algún momento ignoto? Un siglo desperdiciado es demasiado.

A mí la incertidumbre me mantiene en el filo... y no quiero cerrar los ojos.
*

2 comentarios:

Anónimo dijo...

^^ intolerante ^^ viva AMLO! vamos Mexico!

Miss Matrix dijo...

Oye Anónimo, esa arenga me sonó como a la fundación de Martita, jeje...

Ni modo, todo mexicano tiene derecho a expresar su opinión y este 2 de julio podremos ejercer nuestro derecho.

Por mi parte, aun si el Peje fuera una persona de mi agrado, no comulgo con la doctrina del PRD y me identifico más con la del PAN.

Así es esto, a ver cómo nos va.