miércoles, 30 de mayo de 2007

Del poder oculto de una conversación ligera

Llamó para contarle que un gato lo había encontrado a él, tal y como ella le había asegurado que ocurriría.

Y su llamada fue oportuna, pues un hombre la había encontrado a ella unos días antes, tal y como él le había asegurado que sucedería.

Él recogió el gato. Ella no sabe qué hacer con ese hombre que se ha presentado en su vida.

Así que, mientras ese problema y otros ocupaban su mente, la llamada de él vino a romper la tensión emocional y le alegró la tarde con el recuerdo de unos cálidos besos otorgados libremente. Eso le recordó a sí misma que el amor no tiene por qué ser estresante, así que se sumergió en la ligera conversación, riendo y dejando fluir la energía a través de la línea telefónica. No strings attached. Hubiera querido salvar la distancia entre ellos para terminar de pasar la tarde con él out of this world. Por supuesto, eso era imposible, pero cuando la conversación terminó y ella cerró el teléfono, descubrió que la paz había vuelto a ella. Y eso la hizo amarlo aun más a su extraña manera.

Al parecer sólo necesitaba aclarar su mente. Y la claridad llegó inadvertidamente a través de una conversación ligera, amable y sumamente encantadora por su sencillez. También se enteró que el gato es GATA... y que aun no tiene nombre.
*

2 comentarios:

Angel. dijo...

Hoy inesperadamente te extrañé. Nada de lo que hay en este momento en mi cabeza puede explicar el por que, será que no necesita una aclaración o tal vez por que no la tiene.

Sin pensar llegaste a mi mente como un dolor sutil que se acrecenta, un dulce malestar que se da en forma de ausencia, de vacio...

Nada cubre el que no te tenga cerca, pero al menos se que estaras bien cuando leas esto y que entenderas que no solo fue un texto que responde a otro.

Besos

Miss Matrix dijo...

Creo que la próxima vez que me sienta sola recordaré tu texto -que no es una simple respuesta a otro texto- y sabré que estoy bien, pues nadie está nunca realmente solo cuando habita en el corazón de otro.

Gracias por la hospitalidad de tu corazón. Por eso te quiero tanto, amigo mío.