domingo, 18 de noviembre de 2007

Estrella fugaz

Una de la mañana y estoy sumergida en un recuerdo musical de lo más placentero. ¡Esa tercera noche fue apoteósica! En mi iPod suena Wrong Number saturada de las figurillas con que Porl adornó esa intensa versión última.

La irrupción de la melodía de The Upstairs Room me devuelve a mi habitación y abro los ojos (I had the best laid plans this side of America!) Detengo el iPod y miro mi parpadeante celular (red and blue), with a snow white smile: un mensaje.

Lluvia de estrellas en su horizonte; un pensamiento que requiere ser expresado... pero no requiere respuesta.

Sonrío y tengo un antojo de strawberry kisses. Can you dig it?

Me levanto de la cama y me asomo a la ventana para mirar el cielo y constatar que, a estas horas de la madrugada, las nubes que cubren este lado del país siguen igual de densas. No hay estrellas de ningún tipo. ¡Ni siquiera se distingue la luna creciente que seguramente brilla en la otra costa! Así que no hay nada en mi horizonte que él también pudiera estar viendo. Is there room in your life for one more trip to the moon?

Resisto la tentación de establecer contacto. No es requerido.

Debe saber el placer que me brinda con unas cuantas palabras y tengo un flashback de sus dedos buscando la manera de hacerme perder el control. Right number!

Es generoso de su parte provocarme una sonrisa en el medio de la noche. Miro una vez más las nubes -rosadas por el reflejo de las luces de la ciudad- y me regreso a la cama (arranging me for Saturday i tought you would know that i always sleep alone). Vuelvo a encender mi iPod en la obscuridad, y sonrío.

Su mensaje fue una estrella fugaz en mi noche nublada: un destello inesperado.

Por supuesto que pedí un deseo.
*

1 comentario:

Mariana dijo...

La memoria auditiva es tan poderosa que con sólo unas cuantas notas podemos ser transportados a esos momentos que queramos o no están en nosotros, guardados.

Todo lo que esas noches de música y significados dejaron en nosotros será recordado con intensidad y pasión por los que nos sentimos arrebatados por The Cure durante sus conciertos.

¡Besos Gaby!