lunes, 20 de febrero de 2006

El Beso


A propósito de besos, estoy recordando uno especial que no di yo: "El Beso" de Rodin.

En la red hay muchas fotos de ese famoso beso, pero la gran mayoría muestran el mismo ángulo, quizá el que por concenso todos los fotógrafos consideran que mejor traspola bidimensionalmente lo que la escultura expresa. No he tenido la oportunidad de fotografiar una de estas esculturas, pero sí sé por los largos minutos que he mirado algunos ejemplares de esta obra que ni las mejores fotos pueden reflejar la exquisita sensación de estar ante el volumen de mármol o bronce esculpido que muestra a esta pareja entrelazada con sus labios casi tocándose.

En el Museo Soumaya de la Ciudad de México (en Plaza Loreto) hay varios ejemplares de "El Beso" y otras famosas e igualmente conmovedoras esculturas de Auguste Rodin. Todo mundo alguna vez en la vida debería ir a contemplarlas, si no al Museo Rodin en Paris, mínimo al Soumaya o a cualquier otro museo que le quede cerca y tenga algunas en su colección. Son estremecedoras.

Ninguna foto puede describir a una escultura, como ninguna palabra puede describir a un beso...

Yo he visitado el Soumaya en dos ocasiones y sé que lo volveré a hacer sólo por el placer de comerme con los ojos las esculturas al tiempo que doy vueltas a su alrededor, subiendo y bajando mi mirada, para cambiar con ello la perspectiva de los cuerpos estáticos, sintiendo crecer en mí el deseo casi irreprimible de tocarlas, de sentir las curvas de los músculos que parecen a punto de cobrar vida... cuando la paradoja es que, si cobraran vida, el momento perfecto en que existen pasaría y se agostarían.


Espacio y tiempo. Volumen.

Las esculturas de Rodin son como un orgasmo eterno: el momento preciso donde la vida/muerte que fluye se congela eternamente -siempre invitante- ante los ojos del espectador.

El Beso.

(obscuridad y labios entreabiertos)



Ahora me quedo recordando un beso -otro beso: el beso.
*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magníficas las tomas de la grandiosa escultura. Todos los angulos son extraordinarios.
Recibo "el beso" lo multiplico por mil y lo regreso.