Romeo y Julieta...

...otra vez!

Cada 4 años lo mismo. ¿Qué no habrá nunca unas olimpiadas de invierno en que no escuchemos el "tema de Romeo y Julieta" como fondo para las rutinas de patinaje femenil?

Romeo y Julieta; patines y música; hielo y... nada que ver! Pero tal parece que ya es costumbre. Por si fuera poco, este año la patinadora ganadora -una japonesa muy linda- usó precisamente la tan mentada música. En fin, quitando su absoluta falta de originalidad musical, esta chica habría matado de envidia a cualquier heroina de anime -o hentai!- por sus bellas piernas y gracia sobrenatural.

Realmente me gusta mirar el patinaje sobre hielo. El individual. Porque el de parejas es insoportablemente cursi! No es que me parezca todo malo, pero es tan teatral que tiene un aire circense que lo coloca para mí en la misma categoría que el nado sincronizado y la gimnasia rítmica. ¡Cuánta ñoñez!

Quizá simplemente la salsa y el tango debieran incluirse como deportes olímpicos... o ya de perdis habrían de hacerse arreglos en todos los ritmos posibles del melcochudo "tema de Romeo y Julieta" para convertirlo en la música de fondo oficial para acompañar rutinas sobre hielo... y matar así a todo el público de aburrimiento (o de empalague brutal.)

Iba también a criticar los gruesos cd's amarrados con listones que les dieron a modo de medallas a los deportistas, pero creo que ya fue suficiente sarcasmo.

Y mi nieve de qué sabor? De ninguno. La blanca nieve de las olimpiadas invernales me trajo, a través de la televisión, cierta frescura en estos días que el clima xalapeño dicta días de sol en espera de la dulce primavera.

Hasta dentro de cuatro años.
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