jueves, 16 de febrero de 2006

El cumpleaños de la Emperatriz

Relato de Herr Boigen, invitado al quinto vigésimo séptimo onomástico de H.R.M. Madame Babylon, princesa del desierto y decadente emperatriz de los babilonios:


ESCRIBANO!! (ordenando con dos fuertes palmadas) TOME APUNTE Y NOTICIA DE LO QUE AQUÍ ACONTECE!!!

QUE COMIENCEN LAS CELEBRACIONES DE LA EMPERATRIZ!!! (y se decapita una cabeza para dar por iniciadas las celebraciones).

"...y la Emperatriz, adornada de excesos y locura, mandó traer tres strippers a los cuales hizo encuerarse y ordenó sacrificar después, entre maitines y laudes. Se bebieron miles y miles de barriles de vino, y todos corrieron por aquí y por allá. "

Madame Babylon entonces mandó a que un escribano leyese fragmentos de las obras del Marqués de Sade -como si aquello fuera poesía refinada- durante el banquete, que consistió de muchos y muy abundantes platillos de todos los colores, tipos, sabores y aromas, de Mesoamérica y Aridoamérica, de Europa y del África, de la China y de la India; bebidas de colores y humos jamás antes vistos; invitados exóticos, personalidades de las artes, de la ciencia, de la música.

Incluso asistió Sor Juana Inés, llevando una grandiosa oda compuesta exclusivamente para Su Majestad; y viose a Sor Juana tan ebria como nunca jamás se le vio, y Madame Babylon disfrutó aquello tomándole fotos para quemarla con el Obispo.

Pirotecnia all over Babilonia! Banquetes abundantes, esclavos dando servicios, magos haciendo trucos, juglares contando hazañas aquí y allá, etc. etc. bueno... toda una parranda!

Por un lado estaba la Marquesa en la Laguna tirándole naranjas al tesorero de la corte; por otro el Obispo cenando de los pechos de una ninfa; más allá Robert Smith pegándole a la piñata -DALE, DALE, DALE, NO PIERDAS EL TINO- con los ojos amarrados; acullá Herr Boigen haciendo una pira con los restos de una mesa...

Entonces dijo Madame Babylon YO ME QUIERO MADREAR A ÉSE... y agarró a un juglar para arañarlo, para romperle copas en la cabeza (en una palabra, para jugar con él); y todos, alebrestados por la crueldad de Su Majestad, trataron de detenerla, pero ella no se contuvo hasta que vio su vestido manchado de sangre y rió ante la visión de la cabeza cercenada del otrora alegre juglar; sólo entonces dijo Madame Babylon, con una copa de vino alzada al cielo, QUE COMIENCEN LOS JUEGOOOSSS!!! y aquello convirtióse en una orgía sin lugar ni record en la historia de este Reyno...

Eso salió de la cochambrosa pluma de Herr Boigen, cronista oficial del evento...

Si quieren leer más historias decadentes y profanas (muy pero muy profanas) de este personaje radicado en Königsberg, visiten bajo su propio riesgo Beach Mover.
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1 comentario:

Herr Boigen dijo...

Salí vivo de esto con una gloria jamás antes vista, de veritas, que qué afortunado soy :|
Y eso que mi decencia me limitó a dar detalles de aquella orgía tan elocuente