lunes, 3 de julio de 2006

Jornada electoral a través de mis ojos

Ok. Ya estoy como nueva después de un buen sueñito.

Y es que anoche me cabeceaba y, al cerrar los ojos, lo que veía eran credenciales de elector en mis manos y las boletas en pleno proceso electoral mientras en mi mente resonaba "para presidente... senadores... diputados..." que era lo que le decía a la gente al extenderle las boletas una por una. Fue como si hubiera jugado tetris todo el día: en mi cabeza se quedó el proceso... estaba cansada. Y eso que en mi casilla la gente es tranquila.

Sin embargo, si bien creía que la jornada se iba a desarrollar sin incidentes, tuve la desgracia de tener que soportar a un anciano a las 8:15 de la mañana gritándome a voz en cuello que la casilla debía estar lista a las 8 de la mañana que él llegó para votar (no quiso escuchar explicaciones ni aceptó el manual de procedimientos para verificar que la casilla se debe comenzar a INSTALAR a las 8 de la mañana y se abre la votación a la hora que sea que esté lista), como consecuencia, tuve que soportar sus gritos y me tragué las ganas de gritarle "nadie me paga por venir a pasarme todo el día en esto, lo hago para servir a mi patria: NO ABUSE") pero claro, chula se iba a ver la presidenta de la casilla participando en el escándalo del señor así que me tuve que aguantar; ni siquiera las personas que estaban formadas delante de él dijeron nada, así que el escándalo lo hizo solito, aunque sí me hizo sentir mal (diablos, por qué tengo que soportar las insolencias de otros y encima en público?) Vaya manera de comenzar el día! Aparte del nervio y la responsabilidad de que todo se desarrollara perfectamente, ahora ya tenía dolor de estómago cortesía del viejín cascarrabias que me gritoneó en ayunas.

Por fortuna todo mejoró después y la jornada se desarrolló en orden. Hasta que uno de los votantes se negó rotundamente a que le entintaran el dedo y a pesar de que traté de convencerlo y hasta lo tuve que atajar en la salida, el tipo con una displicencia que me provocaba romperle la cara me decía que era "anticonstitucional" obligarlo. El wey obviamente es un vil loser que al llevarle la contraria al "sistema" (y a sus vecinos) ya se siente erigido por encima de los demás. No me quedó de otra más que dejarlo ir y ya sólo levantar el acta. Este tipo de gente reaviva mi antropofobia.

Otros idiotas fueron un par de chamacos que entraron a pedir que les marcaran el dedo porque su maestra no los iba a dejar entrar a clases hoy si no habían votado. Ahora entiendo la existencia de la campaña "tu rock es votar": hay mocosetes estúpidos que no tienen la más mínima conciencia ciudadana y sólo así se les puede llegar! Les dije que votar era por convicción, no por tarea escolar y los mandé a volar.

Entonces, sin contar que casi nos desmayamos de hambre y lo incómodo que es comer algo en tu puesto, llegamos a la recta final: a las 18:00 cerramos la casilla al público y nos pusimos a contar votos. Proceso lento y tedioso. Armar los expedientes, rotular todo, dar fe. Llenar las actas, recabar firmas no sólo de los funcionarios de casilla, sino de los representantes de los partidos. Guardar originales y copias en los sobres correspondientes. Poner la copia de las actas de escrutinio en el sobre del PREP (que va por fuera de la caja donde va todo lo demás, para que se pueda extraer fácilmente y vaciar los resultados en el sistema). Sellar todo, guardarlo e ir al IFE a entregarlo.

Una vez entregado el paquete electoral (con acuse de recibo, por supuesto), mi labor terminó. Eran como las 21:30 y entonces me pude ir a casa a esperar los resultados.
*

No hay comentarios.: