martes, 4 de julio de 2006

Un asunto de gobernabilidad

Ya había yo comentado en otra ocasión que lo malo en estas elecciones iba a ser que el próximo presidente de México sería elegido por una minoría. Ganara quien ganara.

Yo ya lo viví durante las elecciones pasadas para la gubernatura de Veracruz. Yo soy una del ese casi 70% de veracruzanos que no votamos por el candidato del PRI, Fidel Herrera, y él venció. El motivo? Algo MUY similar a lo que sucede ahora: se disputaron muy parejo la gubernatura 3 partidos: PRI, PAN y Convergencia. Al final, por muy pocos votos, ganó el PRI. Yo sobrevivo, aunque no me haga gracia. Sin embargo a mucha gente le viene valiendo la situación (especialmente los que no se toman la molestia nunca de votar).

Entonces, lo que se nos presenta es un problema básico de gobernabilidad.

La "gobernabilidad" sería la propiedad o cualidad que tiene algo que lo hace capaz de "ser gobernado".

Pero sucede algo: Gobernabilidad y Democracia no por fuerza tienen que coincidir!

Y eso es lo que nos pasa a nosotros con nuestra democracia, ya que el sistema es a una sola vuelta y gana quien tenga el mayor número de votos, así sea uno solo de diferencia, y así sea que el total se haya repartido entre 10 opciones diferentes!!

Qué pasa cuando sólo la 3a. parte (una minoría) de la población apoya al gobernante democráticamente electo? Pues lo mismito que pasa cuando la mayoría en las cámaras NO pertenecen al partido en el poder!! O sea, por eso es que andamos como los cangrejos: un pasito para adelante y dos para atrás.

Si bien es cierto que pensar en la gobernabilidad al margen de la democracia es fomentar el autoritarismo, de la misma manera el ejercicio de la democracia sin considerar la gobernabilidad puede propiciar situaciones de inestabilidad política (que es precisamente lo que busca hacer el Peje.)

Qué complicado, no?

Por eso hay que pensar, pensar... PENSAR!

Y actuar.
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